Reino Unido y EE. UU. rechazan acuerdo global sobre inteligencia artificial
El choque de visiones sobre el futuro de la IA
En el marco de una cumbre global celebrada en París, el Reino Unido y Estados Unidos decidieron no sumarse a un acuerdo internacional sobre inteligencia artificial (IA) respaldado por decenas de países, entre ellos Francia, China e India.
El documento promueve un enfoque “abierto”, “inclusivo” y “ético” en el desarrollo de esta tecnología.
Preocupaciones de seguridad nacional frenan la firma del Reino Unido
El gobierno británico justificó su decisión de no adherirse al acuerdo citando preocupaciones relacionadas con la seguridad nacional y la “gobernanza global”. En un comunicado breve, señaló que no podía comprometerse con el texto sin antes resolver estos aspectos críticos.
Por su parte, el vicepresidente de EE. UU., JD Vance, expresó durante su intervención en la cumbre que una regulación excesiva de la inteligencia artificial podría “sofocar una industria transformadora justo cuando está despegando”.
Vance defendió la implementación de “políticas procrecimiento” para la IA, priorizando la innovación sobre medidas de seguridad más restrictivas. Estas declaraciones contrastan con la postura del presidente francés, Emmanuel Macron, quien insistió en la necesidad de establecer normas claras para el avance responsable de la tecnología.
Francia defiende la regulación como clave para el futuro de la IA
Macron subrayó que las reglas son esenciales para garantizar que la inteligencia artificial se desarrolle de manera segura y beneficiosa.
“Necesitamos estas normas para que la IA avance”, afirmó durante su participación en el evento. Esta posición refleja un enfoque más cauteloso en comparación con la visión de EE. UU., que prioriza el crecimiento económico y la competitividad global.
La cumbre de París dejó en evidencia las tensiones entre quienes abogan por una regulación más estricta y aquellos que priorizan el crecimiento económico y la innovación.
Mientras países como Francia insisten en la necesidad de normas claras, EE. UU. y el Reino Unido optan por un enfoque más cauteloso, lo que refleja los desafíos globales para alcanzar un consenso en el desarrollo responsable de la inteligencia artificial.
Fuente: TheGuardian