IA logra imitar personalidades humanas con un 85% de precisión con una conversación de dos horas
Un equipo de investigadores ha descubierto que basta con una conversación de dos horas con un modelo de inteligencia artificial (IA) para crear una réplica precisa de la personalidad de una persona.
Según un estudio publicado el 15 de noviembre en el repositorio arXiv, expertos de Google y la Universidad de Stanford desarrollaron “agentes simulados”, es decir, réplicas de IA, basándose en entrevistas de dos horas realizadas a 1,052 participantes. Estas entrevistas sirvieron para entrenar un modelo generativo de IA diseñado para imitar el comportamiento humano.
Tecnología ideal para estudios sociológicos
Para evaluar la precisión de las réplicas de IA, los participantes realizaron pruebas de personalidad, encuestas sociales y juegos de lógica en dos ocasiones, con un intervalo de dos semanas. Cuando las réplicas de IA fueron sometidas a las mismas pruebas, lograron coincidir con las respuestas de sus contrapartes humanas en un 85% de los casos.
El estudio sugiere que los modelos de IA que emulan el comportamiento humano podrían ser útiles en diversos escenarios de investigación.
Esto incluye evaluar la efectividad de políticas de salud pública, analizar la recepción de lanzamientos de productos o modelar reacciones ante eventos sociales significativos, especialmente en casos donde estudiar a personas directamente resultaría costoso, complejo o éticamente problemático.
Uso de agentes simulados mediante IA
“Una simulación general del comportamiento humano —donde cada persona simulada pueda interactuar en contextos sociales, políticos o informativos— podría ofrecer a los investigadores un laboratorio para probar una amplia variedad de teorías e intervenciones”, señalaron los autores del estudio.
También destacaron que estas simulaciones pueden servir para planificar nuevas políticas públicas, desarrollar teorías sobre interacciones causales y contextuales, y profundizar en el entendimiento de cómo las instituciones y redes sociales influyen en las personas.
Para crear los agentes simulados, los investigadores llevaron a cabo entrevistas detalladas que exploraron historias de vida, valores y opiniones sobre temas sociales.
Este enfoque permitió captar matices que las encuestas tradicionales o los datos demográficos suelen pasar por alto. Según los científicos, la estructura de las entrevistas les permitió resaltar aspectos que los participantes consideraban personalmente importantes.
A partir de estas entrevistas, se generaron modelos personalizados de IA capaces de predecir cómo responderían los participantes a preguntas de encuestas, experimentos sociales y juegos de comportamiento.
Acertados en planteamientos sencillos, pero con aspectos por pulir
Aunque las réplicas de IA se desempeñaron bien en la mayoría de los casos, su precisión varió según la tarea. Mostraron excelentes resultados al replicar respuestas en encuestas de personalidad y actitudes sociales, pero tuvieron dificultades en juegos que requerían decisiones económicas basadas en dinámicas sociales complejas.
Los investigadores explicaron que la IA tiende a tener problemas con tareas que involucran matices contextuales y dinámicas interpersonales.
También se advirtió sobre los riesgos de un mal uso de esta tecnología. Las IA y las tecnologías “deepfake” ya están siendo utilizadas con fines maliciosos, como el engaño, la suplantación y la manipulación en línea. Los agentes simulados también podrían ser objeto de abusos, según señalaron los autores.
A pesar de estos riesgos, los investigadores destacaron el potencial de la tecnología para estudiar el comportamiento humano de maneras antes impensables, al proporcionar un entorno de prueba controlado que elimina los desafíos éticos, logísticos o interpersonales de trabajar con personas reales.
En declaraciones a MIT Technology Review, Joon Sung Park, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en informática en Stanford, afirmó: “Imaginen un mundo donde existan pequeñas versiones de ustedes mismos tomando las decisiones que tomarían. Creo que ese es, en última instancia, el futuro”.
Fuente: Arxiv
