DeepSouth, el superordenador que replica el proceso del cerebro humano
Este es un logro para la neurociencia y la IA.
Un destacado equipo de investigadores de la Universidad Western Sydney, con sede en Australia, está a punto de alcanzar un logro verdaderamente revolucionario en el ámbito de la inteligencia artificial y la neurociencia.
Un superordenador nueromórfico
Este avance se materializa en forma de DeepSouth, un pionero superordenador neuromórfico diseñado meticulosamente para replicar las fascinantes capacidades de procesamiento del cerebro humano.
El nombre de este innovador dispositivo no solo rinde homenaje a su ubicación geográfica, sino que también establece conexiones significativas con referentes destacados en el mundo de la inteligencia artificial.
La denominación “DeepSouth” hace un ingenioso guiño tanto al sistema TrueNorth de IBM, que lideró los esfuerzos para construir máquinas capaces de emular complejas redes neuronales, como al legendario Deep Blue, el primer campeón mundial de ajedrez por ordenador.
¿Qué características lo distinguen?
Su capacidad asombrosa para llevar a cabo 228 billones de operaciones por segundo, logrando así igualar la eficiencia del cerebro humano. Este órgano, con una modesta demanda energética de apenas 20 vatios, realiza procesos equivalentes a un exaflop.
La anticipada llegada de esta prodigiosa máquina, programada para el próximo año, promete abrir horizontes inexplorados en la comprensión de la eficiencia cerebral en el procesamiento de información, todo ello con una demanda energética mínima.
Más allá de la búsqueda de potencia pura, la meta es desentrañar secretos que podrían transformar fundamentalmente nuestra comprensión de la inteligencia artificial y del cerebro.
¿Cuál será la dinámica de funcionamiento de DeepSouth?
Según las palabras de André van Schaik, profesor en la Universidad de Western Sydney, los esfuerzos actuales para comprender la extraordinaria naturaleza del cerebro, y más específicamente, para desentrañar los misterios que subyacen a sus impresionantes capacidades neuronales, avanzan a paso lento.
Este desafío se atribuye principalmente a la dificultad para simular redes que reproduzcan el funcionamiento del cerebro humano a una escala significativa. Es precisamente este obstáculo el que el equipo australiano se propone superar con DeepSouth.
Se distingue por adoptar un enfoque singular: la reproducción de procesos biológicos en lugar de depender de las convencionales unidades de procesamiento gráfico (GPU) y unidades centrales de procesamiento (CPU).