Se terminó el soporte para Windows 10, ahora tendrás que migrar a W11
Microsoft ha tomado la decisión de finalizar el soporte de Windows 10 con el propósito de presionar a los usuarios a hacer la transición al nuevo sistema operativo. En lugar de lanzar paquetes de actualizaciones de funcionalidades, solo se están realizando mejoras menores.
Se terminó el soporte para W10
Como resultado, se han introducido ventanas emergentes en el sistema operativo con la intención de “motivar” a los usuarios a actualizar a Windows 11.
La llegada del sistema operativo Windows 11 ha generado una considerable controversia. Este sistema requiere el uso de TPM 2.0 para asegurar la autenticidad del software que se instala. Además, está optimizado para los nuevos procesadores Intel Core y su diseño de núcleos.
Es importante mencionar que recientemente se han surgido informes sobre la posible llegada de Windows 12. Aunque no hay datos oficiales ni una fecha específica, se espera que se lance en 2024, lo que indica que el nuevo sistema operativo de Microsoft tendrá una vida útil muy corta.
Microsoft está adoptando una postura agresiva para presionar a los usuarios en la actualización de sus sistemas operativos. La última gran actualización de Windows 10, conocida como 21H2, marcará el fin de su desarrollo, ya que la compañía se enfoca en impulsar el cambio hacia la nueva versión. Incluso están yendo más allá al desplegar ventanas emergentes que buscan persuadir a los usuarios a realizar la actualización.
Según los informes, estos anuncios aparecen a pantalla completa al encender el ordenador. Se nos informa que la actualización a Windows 11 es totalmente gratuita y que es posible instalarla en el equipo actual.
Por supuesto, es posible cerrar esta ventana invasiva que parece ser una presión y coacción descarada hacia el usuario. Sin embargo, la situación no se detiene ahí. Si intentamos cerrar esta ventana de Windows 11, se abrirá una nueva ventana resaltando los beneficios de la actualización.
Microsoft se enfocará en nuevos productos
Se destacan una interfaz más amigable para el usuario, funciones de seguridad avanzadas, un mejor rendimiento (especialmente con procesadores Intel) y una mayor productividad.
Se ha hecho especial énfasis en la apariencia de Windows 11, con una navegación más eficiente que permite realizar más tareas. Sin embargo, esta acción se enmarca en una estrategia controvertida por parte de Microsoft.
En realidad, Windows 11 no es un sistema operativo tan sólido. Es importante recordar que la actualización Windows 22H2, lanzada en octubre, resultó lamentable, ya que se detuvo su implementación debido a un deterioro del rendimiento en juegos.
Cuando aparezca esta ventana emergente, será necesario buscar la opción que evite la actualización. Para ser precisos, debemos hacer clic en “Conservar Windows 10”, ubicado en la parte inferior de la pantalla.
Cualquier persona (si cumple los requisitos) puede actualizar a Windows 11. No obstante, las formas en que Microsoft busca que se realice este proceso son bastante cuestionables. Esto demuestra una vez más la necesidad de un sistema operativo sólido que compita realmente con este software.