Ransomware, una amenaza continua para las organizaciones
Si algo nos han dejado estos dos años de pandemia es la experiencia de que los hackers no descansan y que las organizaciones de todos los sectores necesitarán proteger con mayor criticidad y foco sus activos para poder mitigar efectos adversos de ataques que cada vez son más sofisticados y exceden los límites geográficos de un territorio o de una industria.
Para el año 2022, el ransomware será una de las amenazas que seguirá monopolizando el espacio noticioso como lo ha hecho a lo largo de los últimos 10 años y en particular durante el 2021. La nueva variante ómicron ha logrado encender las alarmas de las organizaciones de salud a nivel mundial debido a que están siendo el principal target para los ataques de ransomware.
Es necesario tener en consideración el elevado costo económico que los ciberdelincuentes exigen a dichas entidades para el rescate de información, este, incrementó un 82% durante la primera mitad de 2021 alcanzando hasta los $570.000 dólares, según un informe de Unit 24.
Durante 2022 y mientras los gobiernos y organizaciones no tomen medidas proactivas para combatir los ataques y amenazas, el ransomware seguirá siendo utilizado por los cibercriminales para el secuestro de datos. Esto sucederá porque sencillamente el cibercrimen es demasiado lucrativo gracias a los beneficios que se obtienen en las negociaciones por los datos.
Es innegable que la brecha en la seguridad de las organizaciones se ha hecho aún más grande debido a que la pandemia también nos trajo algo a lo que no estábamos acostumbrados: el trabajo a distancia.
Las organizaciones deberán perfeccionar sus herramientas de ciberseguridad si desean salvaguardar sus datos sensibles y la información personal de sus empleados, así como avanza la tecnología, se fortalecen también los ataques de los ciberdelincuentes.