Intel ya trabaja en Skylake, la sexta generación de procesadores core
Intel es el más grande proveedor de procesadores para computadora de la actualidad, y aunque la competencia está haciendo lo necesario para alcanzar al gigante de los circuitos integrados, la empresa fundada por Moore y Noyce no pretende dar un nicho de mercado sin plantar batalla, es por eso que aún sin haber puesto a la venta los procesadores que cuentan con la arquitectura Broadwell (de la quinta generación de procesadores core), la compañía ya trabaja en la que será la generación que se encargue de cerrar el 2015 como la última desarrollada por los creadores de los famosos “Pentium“, el nombre comercial de la sexta generación de procesadores core fue presentado como “Skylake“, y todo aquel que busque lo último en arquitectura de circuitos integrados deberá tener muy presente el término.
La arquitectura Skylake se presentó durante el IDF (Intel Developer Forum) llevado a cabo en la ciudad de San Francisco, dentro del cual mostraron algunos prototipos de equipos de cómputo que integraban los chips que son creados en arquitectura de 14 nanómetros, uno de los prototipos mostraba la capacidad de generar imágenes con resolución 4k, mientras que otro llamaba la atención de los asistentes al fórum por ser una Notebook dos en uno.
Intel mencionó que los primeros equipos de cómputo en llevar procesadores Skylake se comerciarán después de la primera mitad del 2015, y se presume que habrá un modelo de referencia el cual incluirá el entorno inalámbrico proyectado por la empresa de circuitos integrados, tal parece que la tecnología nos está alcanzando antes de los plazos esperados e Intel desea seguirle el ritmo, sin embargo cambiar de equipo en plazos de 6 a 12 meses no parece algo sustentable y rentable para la mayoría de los usuarios, por lo tanto, propongo que veamos como sigue avanzando la tecnología mientras adoptamos las tendencias que cumplan con nuestra necesidades, pues parece que seguir las tendencias que dictan las compañías más que un sueño, podríamos considerarlo una pesadilla para nuestro futuro económico y ecológico.
Vía – Liliputing.