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Secuestros en México y la Tecnología GPS Vehicular

El GPS en el mundo de los smartphones, con sus contadas excepciones como los recientes problemas de CarrierIQ y el “LocationGate de Apple”, casi siempre se ha visto como algo positivo. Siempre están presentes los beneficios de conocer las rutas de transporte y vialidad más rápidas, el de un mapa virtual de la geografía en 3D y vistas satelitales, así como la valiosa ayuda de tener ubicados los puntos de interés (POI´s) como comercios, tiendas, hoteles y demás POI´s…
La simbiosis entre conductor y su dispositivo GPS es casi para ser sacada de un sueño en el que las pesadillas parecieran no existir, cuando en realidad, no hay nada más lejano de la realidad. Si bien hay que aclarar que lo que a continuación se dirá, no es una situación absolutamente generalizada, pero que bien pudiese ocurrirle a cualquiera, en especial en México.
No se puede negar que México tiene mala fama en cuanto a los índices de criminalidad, y los comunicados de alertas que hacen otros países tampoco nos ayudan mucho a quitarnos esa fama. Pareciera que nada de esto tiene relación con el uso del Rastreo Vehicular GPS, pero déjenme decirles que si la hay. En sí, no es culpa de la tecnología “perse” si no del mal uso de ésta: La delincuencia organizada ha buscado y encontrado la manera de hacer uso de ella ¿Sorpresa?  Seguro que para varios de nuestros lectores no lo es. Y es que la tecnología de ubicación vehicular no está regulada jurídicamente, lo que nos deja indefensos ante la delincuencia organizada, poniendo en peligro nuestra integridad física.
Si bien, éste problema se enfoca mayormente a las empresas que ofrecen la tecnología GPS para ubicar automóviles como el medio para la localización y recuperación de autos robados, las compañías NO están siendo reguladas o vigiladas por el Gobierno y además, no cuentan con estándares mínimos que garanticen el manejo de los datos de sus clientes, los cuales diariamente son susceptibles de ser “monitoreados” en cuanto a sus trayectos, hábitos y rutinas.
Hay empresas especializadas que venden el servicio como una forma sencilla para administrar, supervisar y monitorear flotillas o autos particulares y actúan como una herramienta de localización y recuperación en caso de vehículos robados. Estas empresas han estado logrando convenios con firmas automotrices las cuales incorporan los módulos GPS para rastreo y localización vehicular para posteriormente vender los automóviles y camiones a la industria o a los particulares.
Como ustedes saben, la tecnología GPS opera principalmente gracias a la triangulación satelital, sin embargo, dicho monitoreo se bloquea fácilmente al cortar la “vista directa hacia el cuelo” del dispositivo, mediante una bolsa de plástico, introduciendo el vehículo a un contenedor, un garage o simplemente colocando la unidad debajo de un puente. Si bien, las posibilidades de la ubicación por triangulación celular (A-GPS) se han ampliado drásticamente en casi todo el mercado, el proceso de recuperación de vehículos, personas u objetos mediante GPS sigue siendo algo complicado que no garantiza 100% la seguridad de nadie.
El verdadero peligro que encierra contratar los servicios de localización vehicular de las empresas que ofrecen estos servicios es que la mayoría no cuentan con políticas de seguridad de información, lo que permite que cualquiera de sus empleados tengan acceso  a toda la información relacionada con los patrones de conducta de los clientes, definiendo claramente sus rutas cotidianas o rutinas familiares. Y evidentemente, ésta información es muy valiosa para bandas de secuestradores o de la delincuencia organizada que roba autos y vehículos en general. La realidad es que es muy difícil saber para nosotros como consumidores, si éstas empresas tienen los mínimos requerimientos de seguridad para garantizar que nuestra información esté realmente segura.
Ante estos factores de vulnerabilidad para los automovilistas y propietarios de flotillas industriales, la ciudadanía debería exigir a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y a las Secretarías de Gobernación y de Seguridad Pública que supervisen  cada uno de los detalles de las operaciones de éstas empresas. Y no solo eso, ya que aprovechando que el presente gobierno ha puesto mucho énfasis en el combate a la delincuencia, deberían de hacer operativos administrativos como la “verificación vehicular” o el “simulacro de terremotos” y sin previo aviso, poner a las empresas a prueba para determinar sus rangos operativos. En caso de que las empresas no cumplan con un desempeño óptimo, revocarles los permisos. Y sin duda, éstas medidas suenan duras, pero es más fuerte la pérdida de patrimonio o incluso peor, la pérdida de vidas humanas.
Chrysler y Nissan están ofreciendo como valor agregado la tecnología GPS como herramienta para la localización y recuperación de autos robados y a través de su asociación con empresas no reguladas que proveen el servicio de ubicación vehicular, bien podrían estar poniendo en riesgo la integridad de sus clientes, pues la falta de regulación del tema por parte de las autoridades y la débil protección de datos de las bases de datos de clientes, puede llegar a generar un círculo vicioso en la cual las empresas de “Seguridad Satelital” lleguen incluso a proveer de datos sensibles al crimen organizado, muy a pesar de que claramente, éste daño no sea la intención de las casas automotrices.
En México  son al menos 200 empresas que ofrecen el servicio de localización y rastreo vehicular. Basta con buscar un poco en Google y encontrarán decenas de ellas ofreciendo sus servicios en todo México. Algunas de éstas empresas inclusive no dan la cara al usuario final pues sub-contratan centros de llamadas (Call-Centers) que ni siquiera atienden a nombre de las compañías GPS.
Las empresas GPS verdaderamente serias ofrecen sus soluciones tecnológicas para la administración y monitoreo de flotillas, naturaleza que dió origen a esa tecnología satelital. Pero ofrecerla como una herramienta enfocada para recuperar autos robados es engañar y peor aún, dejar en la indefensión a la población civil primordialmente. Así que por todo lo anterior, tengan cuidado cuando contraten un servicio similar. Podrían terminar con un mal sabor de boca.
Con información de Indice Corporativo

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